domingo, 11 de septiembre de 2011

Trasfondo de mis Caballeros Grises.

Para mi, W40K no es solo una lista de papel, dados y minis. Es mucho más, es la historia que hay detrás de cada ejército, personaje y el por qué de las partidas. No se si os pasa a vosotros, pero cuando juegas una partida, en muchos momentos no ves cachos de plásticos, te los imaginas tal como serían, con explosiones, tiros y toda la parafernalia de las pelis, combatiendo contra el personaje enemigo en una batalla épica. Es la gracia de warhammer, que hace que esa imaginación no se hubiera quedado en los años de infancia, que siga ahí para la diversión de los jugadores.

Desde que juego siempre he creado trasfondo para mis unidades y el ejército. Buscando toda la información posible sobre la idea que tengo en mente y luego terminar el puzzle con mis propias piezas, pero dejando una sin poner, una pieza que deje jugar al resto de jugadores para que sean ellos mismos con su propio trasfondo que completen el puzzle. Así todos nos divertimos con las historias de los otros.

En mi caso todo empieza con el Inquisidor Lakatos, que fue designado por el Ordo Malleus para supervisar la creación de un nuevo capítulo de Astartes con la semilla de Rogal Dorn: Los Puños de Dorn. Este nuevo capítulo fue fundado para proteger los lindes del Ojo del Terror por las grandes cruzadas negras de Abaddon el Saqueador, que cada vez eran más agresivas. Lakatos era reacio a dar como activo y autosuficiente al capitulo, temiendo que pudieran caer en la influencia del caos. Con la colaboración de la primera compañía de los Puños Imperiales al mando del capitán Pomar, el capitulo de los Puños de Dorn fue, finalmente decretado activo y autosuficiente en 100 años. Aún que Lakatos fue trasladado al capitulo justo antes de su primera intervención en combate, pasó muchos años sin pisar el frente, la desconfianza de Lakatos era correspondida por los Astartes. Con los años y algunas desavenencias Lakatos fue comprendiendo el carácter de los Astartes y empezó a investigar con un sequito del Adeptus Mechanicum y el Apotecarium del capitulo y el Comandante y señor del capitulo Alejandros a puerta cerrada en la innovación de la prolongación y capacidad mental de los Astartes encerrados en los sarcófagos de los Dreadnoughts. Con el propósito de poder amplificar el poder de reacción y la capacidad de mando de los Dreadnoughts, para así poder tener a plena capacidad el mando de los héroes y poder conservar las historias del capitulo eternamente, ya que hasta la fecha un Astartes encerrado en los sarcófagos, van perdiendo la noción del tiempo y la capacidad de expresarse claramente.

Mientras Lakatos avanzaba en sus investigaciones al margen de las autoridades del Imperio, seguía cumpliendo la supervisión del capitulo en el campo de batalla gracias a Farn Casttle, un asesino de la casa Vindicare, que le traspasaba todos los datos de las batallas y le informaba de cualquier cambio. Así podía dedicarse a conseguir su propósito en las investigaciones.

Lakatos, pese a ser un inquisidor, era un psíquico menor o no mostraba todo su potencial psíquico, es algo que nunca sabremos. Así que utilizaba el Librarium del capitulo para poder mandar y recibir sus informes a la Inquisición. En todo ese tiempo fue estrechando lazos con el Gran Bibliotecario Mateos. Fatídicamente Mateos fue perdido en combate hasta que el sargento Arnau de la escuadra Ferrus pudo localizar la débil e intermitente señal de la baliza de la armadura de exterminador de Mateos.

En su afán de salvar al bibliotecario y poder conservar sus conocimientos, Lakatos decidió usar su maltrecho cuerpo en sus investigaciones sobre los sarcófagos. Así fue como, fuera de todo pronostico, Lakatos consiguió mantener en plenas condiciones mentales a un psíquico dentro de un sarcófago Dreadnought. Consiguiendo así ascender a gran inquisidor y ampliar sus investigaciones a otros capítulos.
Esto causa, a razón de sus amplios conocimientos en psíquicos Astartes, que el Ordo Malleus lo traslade a Titán, en el Apotecarium de la fortaleza de los Caballeros Grises, ampliando sus conocimientos y avanzando sus investigaciones con la tecnología más avanzada, tanto imperial como xenos. Costándole muchas dilaciones con el Adeptus Asesinorum y la cámara de Grandes Mastres de los Caballeros Grises, al final y gracias a que uno de los 8 grandes maestres accedió a encargase, Lakatos pudo seguir contando con Farn Casttle como sus ojos en el campo de batalla.

En sus no pocos años en Titán y en la barcaza de la 5ª Hermandad de los Caballeros Grises al mando del Gran Maestre Alkhan. Lakatos ha podido averiguar el por qué de las facilidades dentro del los Caballeros Grises. De todos los Grandes Maestres, Alkhan es el más flexible ante las leyes Imperiales pero el más ortodoxo contra los manchados por el Caos. Se puede conversar de cualquier tema pero cuidando no pecar en la obsesión en lo relacionado con los entes del inmaterium. Alkhan siente una aversión desmesurada por cualquier ente del espacio disforme y todo aquello manchado por los entes del caos. Tal es su aversión que hay varios inquisidores ejecutados por herejes descubiertos por Alkhan.

Lakatos pudo averiguar por Casttle, el por qué del sobrenombre de lobo negro. En el 444 M.41, durante la primera guerra por Armaggedon, una Hermandad entera de Caballeros Grises acudió en la ayuda de los Lobos Espaciales en la lucha contra el príncipe demonio Angron y sus huestes. Solo sobrevivieron 10 caballeros y Alkhan era uno de ellos. Ante la decisión del Administratum de erradicar cualquier evidencia del Caos y los Caballeros Grises decretó la ejecución, borrado de memoria y exclusión de todas las fuerzas Imperiales implicadas en la guerra de Armaggedon. El Gran Señor Lobo Logan Grimnar no aceptó esa crueldad contra los que habían sido sus compañeros de batalla y de no ser por el Sacerdote lobo Ulrik se hubiera empezado una nueva guerra y quien sabe si de la envergadura de la Gran Herejía. Según los archivos de la inquisición, Alkhan desapareció hasta que una comunicación de una barcaza de la Guardia Imperial cercana al sistema  Elysia informara de su presencia a bordo. En todo ese tiempo desaparecido la inquisición tuvo muchas trabas en encontrar a todos los implicados de Armaggedon por parte de los Lobos Espaciales.

No hay nada que pueda dar un poco de luz a los hechos, pero investigando informes del Adeptus Arbitres y más a fondo las historias de la parte más septentrional del Segmentun Solar cercano al Ojo del Terror y Fenrris. Lakatos encontró un informe sobre el inquisidor Seiret desaparecido en un extraño incidente días más tardes del envío de un informe donde, usando a su favor la bravuconería de  un Garra Sangrienta de los Lobos Espaciales consigue que le cuente parte de unos hechos extraños entre los Lobos Espaciales. En el se habla fugazmente de un Astartes de armadura muy adornada de color negro que no pertenece ni a los Lobos Espaciales ni a ningún capítulo conocido por el Garra Sangrienta. Este Astartes tiene estrecha confianza con Ulrik, el sacerdote lobo. Ya que el Garra Sangrienta confiesa que sus hermanos Cazadores Grises relatan muchas historias de ese caballero y lo mencionan con el apodo de "El Lobo Negro, el lobo que marcha siempre solo en la oscuridad y solo se une a las manadas para luchar contra los hermanos caídos". También consigue que le narre como algunos integrantes de la Guardia del Lobo comentan muy raramente que el Lobo Negro lucho junto a Logan y Ulrik contra el primarca devorador de mundos.

El Inquisidor Lakatos sigue reuniendo documentos y haciendo cavilaciones para descubrir si realmente el supuesto lobo negro es el mismo que el Gran Maestre Alkhan. Aún así, sabe que cuando llegue el día que pueda saber realmente la verdad, no la revelará, ya que de ser así nunca sabrá que le ocurrirá y tampoco quiere arriesgar su investigación ni su posición en la 5ª Hermandad de los Caballeros Grises.

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